Pongámonos a pensar... ¿cuántas veces nos ha pasado que nuestro cerebro recuerda perfectamente la letra de alguna canción que hace muchos años no escuchábamos?, pero al intentar recordar qué es lo que apunté en la lista que tenía que comprar en el super no puedo recordar con facilidad. ¿Por qué pasa esto?
¡La musica!
Las personas recuerdan mejor la información de tipo verbal, cuando la reciben en un contexto musical, en pocas palabras, la música es la clave para tener una buena memoria.
A través de la música se puede conseguir reforzar la atención y capacidad de concentración, se incrementa la memoria y la creatividad, además de que también es una herramienta que crea armonía por lo tanto también reduce el estrés.
Música en el Aula
Durante la Edad Media y el Renacimiento, la música estaba considerada dentro de los cuatro pilares del aprendizaje, juntos con materias como la geometría, aritmética y astronomía. Sin embargo, en la actualidad, la música ha sido una de las asignaturas que han quedado poco a poco eliminadas del currículo escolar, tal vez han olvidado que su empleo puede ser uno de los recursos pedagógicos más importantes para el desarrollo de habilidades académicas requeridas en cualquier grado escolar.
Si te pones a pensar en las aulas que integran más música en su día a día encontraremos los niveles de Preescolar o Maternal. Para peques de 2 años o más, la música infantil es muy beneficiosa ya que estimula el lenguaje corporal, mejora su expresión y adquieren nociones de ritmo, que también mejorarán su motricidad, además, las canciones promueven el ejercicio de la memoria. Esto tiene múltiples beneficios para el desarrollo intelectual en edades tempranas ya que es ideal para mantener un cerebro activo y saludable.
El investigador Georgi Lozanov, señala que la música ejerce una profunda influencia en nuestra capacidad para relajarnos y concentrarnos; explica que la música integra las dimensiones emocional, física y cognitiva del alumno/a, permitiendo también incrementar el volumen de información que se aprende y se retiene (Schuster y Gritton ,1993).
Como se explica la música tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños y niñas. Incluso se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el encargado del aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica.
Es decir si yo canto una canción para aprender los número, las partes del cuerpo o las fórmulas matemáticas, mi cerebro integrará esa información con mayor facilidad que si únicamente intento aprenderlos leyendo.
La música es esencial para crear un ambiente de aprendizaje motivante, debido a la estrecha conexión entre la música y las emociones, se puede considerar que al utilizar adecuadamente este recurso es posible que contribuya a la creación de un entorno emocional positivo en el aula ideal para el aprendizaje.
Y tu ¿cómo utilizas la música en tu aula?
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